Críticas a la parrilla

lunes, abril 23, 2007

Trocitos de series

Es muy significativo que sea la mala leche la que me lleve a escribir de nuevo. En cualquier caso, ahí suelto mi queja al viento:

No cuento nada nuevo si hablo sobre las constantes faenas que nos ha hecho La 2 con las series. Sólo diré que hace años comencé a ver El ala oeste de la Casablanca y A dos metros bajo tierra en esa fantástica doble sesión de los jueves y sólo aguante viéndolas lo que aguantó la cadena programándolas todas las semanas a la misma hora.


Años después y con una conexión de banda ancha mejorada, me dispongo a recuperar la serie de Aaron Sorkin, animada por la sorpresa que me ha supuesto Studio 60. Los capítulos, convenientemente obtenidos con el eMule, son la combinación, como en tantos casos, de imagen de DVD y audio en castellano de, en este caso, La 2. Bien, pues el problema es el siguiente: uno de cada dos capítulos tiene los minutos iniciales sin doblar, en versión original. Los personajes empiezan hablando en inglés y al poco rato cambian al castellano sin inmutarse. ¿Por qué ocurre esto? Sencillamente porque el doblaje de esos minutos iniciales no existe, nunca se ha emitido en La 2. ¿Por qué? Por las sesiones dobles. Las cadenas emiten dos capítulos seguidos de una serie y, para no repetir los créditos, se cargan directamente el previously, las imágenes anteriores a los créditos, los créditos y el principio del capítulo con los créditos sobreimpresionados del segundo capítulo que se emite. Puede parecer nimio, pero os voy a poner un ejemplo concreto:

Capítulo 9 de la primera temporada, titulado The Short List. El BSPlayer dice que el doblaje en castellano comienza en el minuto 8:20, cuando ya ha transcurrido más del 20% del capítulo. Mi nivel de inglés es aceptable, pero no lo suficiente como para captar todos los matices de los vertiginosos diálogos de Sorkin (!). Mal que bien, consigo enterarme de lo que va el capítulo. Porque eso no es lo peor: los que lo vieran en La 2 deben saber que se perdieron más de una quinta parte del episodio.

Lo peor de todo esto es que no creo que sea una excepción, con lo habituales que son ahora los programas dobles. Una razón más para no ver series en televisión. Y mira que yo no soy nada talibán con eso, pero es que lo están poniendo muy difícil.

Aprovecho, por cierto, esta entrada (porque no sé cuando escribiré la siguiente) para aclarar que la falta de actualización de los últimos tiempos no es producto de la pereza, sino de una extraña crisis de creatividad que afecta sólo a este blog (en Vaya Tele sigo escribiendo con bastante frecuencia).


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