Presuntamente

Presuntamente ayer se estrenaba En Antena, el presunto nuevo programa de las tardes de Antena 3, o lo que es presuntamente lo mismo, una versión extendida en dosis diarias de ¿Donde estás corazón?. El nuevo presunto programa incluirá además, por lo poco que presuntamente pude ver ayer, una sección de presuntos sucesos. Y fue precisamente en esa sección donde presuntamente escuché una de las mayores presuntas burradas que he oído en televisión, cuando el presunto Jaime Cantizano le preguntó al presunto padre de una de las presuntas víctimas del caso de pederastía más presuntamente importante de los últimos presuntos años, si se sentía culpable por lo ocurrido. A lo que el pobre hombre contestó espontáneamente que menuda barbaridad le estaba preguntando.

Esta pequeña presunta introducción me lleva a plantear un tema que presuntamente me tiene preocupada últimamente: la cantidad de barbaridades que se le pueden imputar a alguien por televisión con total impunidad, tan sólo utilizando la palabra presunto. Y también el uso aleatorio que acaba teniendo esa palabra cuando cualquier presunto famosillo o colaborador presuntamente televisivo se da cuenta de que no ha metido suficientes presuntos en la última frase como para evitar las presuntas demandas que seguro le caerán. Me encantaría que un abogado me explicara si evitar una demanda por llamar a alguien asesino por televisión sin pruebas es tan sencillo como anteponer la palabra presunto.

Todo esto viene, presuntamente, por una intervención presuntamente brillante de una presunta tía del presunto Jesulín de Ubrique ayer en Aquí hay tomate. La presunta señora comenzó la entrevista con un "todo lo que voy a decir es presuntamente" y a continuación soltó todas las barbaridades sin un solo presunto más.

Como declaración de intenciones o lema que podrían incluir muchos programas en sus créditos al más puro estilo Anthony Blake (y recuerden, todo lo que han visto es presuntamente), no tiene precio, desde luego.