Me desdigo

Necesito poner un poco al día mis opiniones sobre los estrenos de la temporada televisiva americana, ahora que ya tengo un poco más de conocimiento de causa. Porque hay que ver lo poco que dicen algunas veces los pilotos sobre una serie. Así que, aprovechando esta última entrada antes de la semanita de vacaciones que me va a tener alejada de la televisión (al menos de la española) y del BitTorrent, voy a intentar hacer un resumen de cómo ha cambiado mi opinión sobre las nuevas series de la temporada, ordenándolas además, de mejor a peor:

Studio 60 - Una vez confirmada su renovación hasta la temporada completa, puedo respirar tranquila y decir que para mí, es el mejor estreno de la temporada, el drama con el que más me estoy riendo. Superadas mis reticencias iniciales por un piloto no demasiado brillante tras tanta promoción, comencé a disfrutar esta serie desde el segundo capítulo. Y no ha hecho más que evolucionar de forma inversamente proporcional a su audiencia. De todos modos tengo que seguir advirtiendo de que puede que parte de mi emoción se deba a mi fanatismo por la televisión, completamente satisfecho por todos los entresijos que desvela esta serie. Otro punto negativo: a veces resulta complicado seguirla con subtítulos.

Heroes - De esta sí que me desdigo y mucho, porque el piloto no me gusto casi nada y ahora se ha convertido en otro de mis imprescindibles semanales. En su momento dije cosas como que no la encontraba interesante (y ahora ha conseguido engancharme completamente), ni tampoco original, y hoy tengo que reconocer que, aunque la historia realmente no lo es (gente normal que descubre que tiene poderes y que debe salvar el mundo), los personajes sí lo son y constituyen el pilar en el que se sustenta toda la serie.

Jericho - Está pasando lo que predije que iba a pasar: a pesar de que sigo pensando que la serie es bastante mala, no dejo de verla puntualmente todas las semanas. Así que, por coherencia y con todo el dolor de mi corazón, me veo obligada a tragarme mis palabras y colocarla en esta posición. Algunas veces, tengo la sensación de que cada capítulo de esta serie es únicamente un cliffhanger rodeado de un poco de relleno para que dure cuarenta minutos. Ni los diálogos ni las interpretaciones valen mucho, pero la historia es consistente y me muero de ganas por saber a qué país le van a echar la culpa esta vez...

The Class - De esta no había hablado todavía, así que no hay mucho de lo que retractarse. La nueva serie de David Crane, creador de Friends, solamente tiene un problema: que no es Friends. Lo cierto es que la serie está entretenida y ha tenido momentos muy divertidos, pero es que la sitcom del momento es, sin ninguna duda, Mi nombre es Earl, a la que por cierto yo -la mayor fan del p2p- he tenido que descubrir en La Sexta.

The Nine - Para mí, de momento, la mayor decepción del año. Después de un gran piloto, la serie no ha dado lo que prometía. Centrándose en los personajes y sus relaciones, ha abandonado la faceta de acción y suspense que se intuía en su primer capítulo. Su mayor baza, los flashbacks al día del atraco, no están funcionando: en los capítulos que llevamos ni ha habido grandes sorpresas ni se ha revelado nada realmente importante. A pesar de sus bajas audiencias, también ha conseguido una temporada completa, con lo que habrá tiempo para ver si se reconduce.

Six Degrees - Mi decisión de abandonar esta serie ha coincidido en el tiempo con su retirada -parece que momentánea- de la parrilla de la cadena ABC. Lo único que puedo decir sobre ella es que, después de ver cuatro capítulos, todavía no sé de qué trata. Pero, desde luego, tiene mucho mérito (o valor suicida, más bien) intentar hacer una serie sobre la vida de seis personas normales a las que no les ocurre nada especial. Releyendo mi primera impresión, veo que no ha cambiado demasiado.

Y dicho lo cual, os dejo hasta dentro de una semana. Vigilad que no me retiren ninguna serie en este rato, no quiero llevarme sustos a la vuelta.